En artículos anteriores te hemos explicado los beneficios del ayuno, tanto físicos como mentales. Sin embargo, hoy quiero hacerte hincapié en cómo tu cuerpo quema esa grasa rebelde que tu entrenador de IFBB no logra que quemes.
Cuando ayunas, las catecolaminas (hormonas como la adrenalina y noradrenalina) se disparan, y activan los receptores de los adipocitos (lugar celular mágico donde se almacena la grasa) para que se vacíen y empiecen a soltar toda esa grasa rebelde que llevas años mimando y cuidando para que fuera creciendo sin control por todo tu cuerpo.
Me sigues ¿no?, te hago una analogía:
Imagina por un momento que estás conduciendo tu flamante honda civic (tu cuerpo) y paras a poner gasolina (comer).
Metes tanta gasolina que no solo llenas el depósito (glucógeno y músculos) ¡sino que te sobra!, así que la gasolina sobrante la metes en garrafas en tu maletero (depósitos de grasa y grasa que te mencionaba antes). En total tendrás el depósito lleno de gasolina y 5 garrafas de gasolina en el maletero (esto significa que tienes el glucógeno lleno y ademas tienes grasa acumulada).
Caso 1: Poner gasolina / Sin dieta
Como no te cabe más gasolina en el depósito (glucógeno) tendrás que almacenarlas en el maletero (si comes con los depósitos llenos, bien porque no te mueves ni haces deporte, porque tu metabolismo es lento o bien, porque comes cada 3h, todos los alimentos se transformarán y se acumularán como grasa).
Caso 2: Tienes cheques para gastar / Dieta Hipocalórica
Aunque tienes el maletero lleno de garrafas de gasolina, no quieres gastarlo porque tienes muchos cheques gasolina para gastar (caso de dietas hipocalóricas).
En este caso cuando ves la aguja del deposito del coche bajar, paras en la gasolinera, aún sabiendo que llevas 40l de gasolina en el maletero. Además, como la gasolinera está lejos vas con el coche a 1000rpm para gastar mucho menos, incluso apagarás el aire acondicionado o tirarás maletas para consumir menos.
Como eres una persona muy despierta, ya te has dado cuenta que este es el funcionamiento de una dieta hipocalórica, es decir, siempre estás metiendo y sacando glucógeno o grasa sin llegar a tocar tus depósitos de grasa (la gasolina del maletero). Por lo que sí, verás resultados físicos con estas dietas, pero llega un momento que te estancas y la báscula parece que te boicotee, cuando realmente te estás boicoteando tu mismo.
Caso 3: Usas el sentido común / Ayuno Prolongado
La aguja vuelve a bajar, y ya no tienes cheques gasolina, así que empiezas a actuar con sentido común. Paras el vehículo y coges una garrafa del maletero, llenas el deposito y continuas tu viaje. De esta manera, mientras tengas el maletero lleno de gasolina, no tendrás que bajar de velocidad, ni parar el aire acondicionado, y ya conducirás a la gasolinera más cercana cuando tengas el maletero vacío.
Este es el caso del ayuno prolongado. Coges tu grasa almacenada y la usas, que para eso está.
CONCLUSIONES
¿Es un método mejor que otro? No. Puedes utilizar los tres métodos, pero depende de tus objetivos deberás decidir entre uno u otro. Ten en claro tu punto de partida y tus objetivos.