No caigas en la debilidad degradante, indigna de todo hombre que se precie de serlo. Desecha ese innoble desánimo, oh Partha, y álzate cual fuego que arrasa cuanto halla a su paso.
No caigas en la debilidad degradante, indigna de todo hombre que se precie de serlo. Desecha ese innoble desánimo, oh Partha, y álzate cual fuego que arrasa cuanto halla a su paso.