Ingredientes

• 6 yemas de huevo
• 1 litro de leche entera
• 300 g de azúcar blanco
• 250 g de chocolate negro
• 1 cucharada de maicena (opcional)

En un cazo, colocamos la leche y el chocolate, bien troceado. Calentamos mientras removemos, para conseguir que el chocolate se deshaga por completo.
Mientras tanto, en un bol, batimos enérgicamente las yemas con el azúcar, para que se blanqueen. Apenas la leche comience a hervir, la retiramos del fuego y vamos incorporándola a las yemas, poco a poco, sin dejar de remover.
Cuando la mezcla esté homogénea, la vertemos de nuevo en el cazo y calentamos a fuego medio, sin dejar de remover, hasta que se espese. Es fundamental que no hierva, ya que se estropearía. Cuando esté gordita, la retiramos del fuego.
Vertemos las natillas en los moldes y las dejamos enfriar en el frigorífico al menos 2 horas. Las servimos acompañadas con nata montada y sprinkles de colores.
Si te gustan las natillas superespesitas, incorpora la cucharada de maicena al azúcar cuando vayas a blanquear las yemas. Dará mucho más cuerpo a las natillas.