La Federación Mundial de Obesidad define la obesidad como un «proceso de enfermedad crónico». La Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE) y el American College of Endocrinology (ACE) consideran la obesidad como una enfermedad crónica basada en la adiposidad.
Tabla 1. Principales enfermedades crónicas o de larga evolución. 2020 INE-MSCBS. El 50% de la población europea tiene un porcentaje de grasa superior al 25%. El 47% de la población masculina española sufre algún tipo enfermedad o patología asociada al corazón, hígado, páncreas versus el 46% de la población femenina.
- Diabetes tipo 2: El exceso de grasa corporal causa resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Enfermedades cardiovasculares: El sobrepeso aumenta la presión arterial y los niveles de colesterol, lo que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón, como:
- Enfermedad coronaria: También conocida como enfermedad de las arterias coronarias, implica la acumulación de placa en las arterias coronarias que suministran sangre al corazón. Esto puede llevar a angina (dolor en el pecho) y, en casos graves, a un ataque al corazón (infarto de miocardio) o aneurismas.
- Hipertensión arterial: La hipertensión es una condición en la que la presión arterial está crónicamente elevada, lo que puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y otros problemas de salud.
- Insuficiencia cardíaca: La insuficiencia cardíaca ocurre cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo. Puede ser causada por diversas afecciones, como enfermedades coronarias, hipertensión o enfermedades del corazón.
- Edema: La insuficiencia cardíaca puede causar acumulación de líquido en los pulmones y en otras partes del cuerpo, lo que se manifiesta como hinchazón en las piernas, los tobillos y otros tejidos (edema).
- Congestión pulmonar: La acumulación de líquido en los pulmones puede llevar a dificultades respiratorias, tos y sibilancias.
- Enfermedad renal: La insuficiencia cardíaca puede afectar la función renal y, en casos graves, llevar a insuficiencia renal.
- Enfermedades del hígado: El flujo sanguíneo inadecuado debido a la insuficiencia cardíaca puede afectar la función hepática y dar lugar a trastornos hepáticos.
- Tromboembolismo: La insuficiencia cardíaca puede aumentar el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, que pueden desplazarse y causar embolias en varios órganos, como el pulmón (embolia pulmonar) o el cerebro (accidente cerebrovascular).
- Debilidad muscular: La debilidad general y la fatiga son síntomas comunes de la insuficiencia cardíaca, lo que puede limitar la capacidad de llevar a cabo actividades diarias.
- Desnutrición: La insuficiencia cardíaca puede afectar el apetito y la capacidad del cuerpo para absorber y utilizar nutrientes, lo que puede llevar a la pérdida de peso no deseada.
- Anemia: La insuficiencia cardíaca puede dar lugar a una disminución en la producción de glóbulos rojos, lo que puede resultar en anemia.
- Enfermedades de las arterias coronarias: La insuficiencia cardíaca a menudo se produce como resultado de enfermedades coronarias subyacentes, como la aterosclerosis y la enfermedad de las arterias coronarias.
- Disminución de la calidad de vida: La insuficiencia cardíaca puede limitar la capacidad de una persona para llevar una vida activa y puede tener un impacto significativo en la calidad de vida.
- Enfermedades del músculo cardíaco: Incluyen miocardiopatías, como la cardiomiopatía dilatada o hipertrófica, que afectan la capacidad del corazón para contraerse adecuadamente.
- Arritmias cardíacas: Son trastornos del ritmo cardíaco, que pueden incluir latidos irregulares, taquicardia (ritmo cardíaco rápido) o bradicardia (ritmo cardíaco lento). Ejemplos incluyen la fibrilación auricular y el síndrome de Wolff-Parkinson-White.
- Enfermedad valvular cardíaca: Implica problemas con las válvulas cardíacas que controlan el flujo sanguíneo dentro y fuera del corazón. Ejemplos incluyen la estenosis aórtica y la insuficiencia mitral.
- Enfermedad de las arterias periféricas: Se refiere a la obstrucción de las arterias que no son las coronarias, como las de las piernas. Esto puede llevar a la claudicación intermitente y aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
- Enfermedades de las arterias carótidas: Están relacionadas con la obstrucción de las arterias carótidas en el cuello, lo que aumenta el riesgo de accidentes cerebrovasculares.
- Embolia pulmonar: Se produce cuando un coágulo sanguíneo se desprende y viaja a los pulmones, lo que puede ser potencialmente mortal.
- Endocarditis: Es una infección de las válvulas cardíacas o el revestimiento interno del corazón.
- Miocarditis: Es la inflamación del músculo cardíaco.
- Hipertensión arterial: El exceso de peso puede aumentar la presión arterial, lo que puede llevar a hipertensión, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
- Apnea del sueño: Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar apnea del sueño, un trastorno en el que se interrumpe la respiración durante el sueño.
- Enfermedades del hígado graso: El hígado graso no alcohólico es una afección en la que se acumula grasa en el hígado.
- Trastornos respiratorios: El exceso de peso puede dificultar la respiración y aumentar el riesgo de afecciones respiratorias como el síndrome de hipoventilación por obesidad.
- Problemas articulares: El sobrepeso puede ejercer una presión adicional sobre las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de desarrollar osteoartritis.
- Ciertos tipos de cáncer: Algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama, el cáncer de colon y el cáncer de riñón, están asociados con la obesidad.
- Trastornos psicológicos: Las personas con sobrepeso pueden experimentar problemas de salud mental, como la depresión y la baja autoestima.
- Infertilidad: El exceso de peso puede afectar la fertilidad en mujeres y hombres.
- Problemas de la vesícula biliar: Las personas con sobrepeso tienen un mayor riesgo de desarrollar cálculos biliares.
Y mientras exista responsabilidad solidaria en España con un sistema público sanitario, esta epidemia es problema de todos y cada uno de nosotros.
El bodypositive, es decir, el respeto por cada uno de los cuerpos para mejorar como sociedad por el respeto mutuo, no debe estar relacionado con la urgente necesidad de la creación de políticas públicas de control sanitario a ese 50% de la población que acaba acudiendo a un médico u hospital para tratar las mencionadas enfermedades (u derivados) para controlar la pandemia de obesidad, permitiendo a los enfermos poder acceder a especialistas que puedan tratarlos.
Y desde luego, en el sector privado y público, no fomentar imágenes de personas enfermas para querer normalizarlas y tomar medidas, como las que se toman antitabaco.