Desde que empecé a ayunar, he leído todo tipo de divulgaciones científicas, libros, artículos, podcast,… Sin embargo, echo en falta leer sobre el ayuno con la menstruación así que he decidido contarte mi experiencia, pero recuerda que no soy profesional de la salud, por lo que consulta a tu médico antes de realizar cualquier cambio en tu rutina.

No pretendo contarte las bondades del ayuno, para eso ya tienes otros artículos, pretendo contarte mi experiencia en un ayuno de 7 días coincidiendo con mi menstruación, haciendo hincapié en cómo me afecta la parte hormonal física y mentalmente.

A tener en cuenta: Debido al déficit calórico, tu cuerpo centrará sus depósitos de energía en el correcto funcionamiento de sus órganos principales para garantizar que siguen funcionando, sin embargo, el sangrar no está dentro de sus prioridades. Así que es común que se corte la menstruación durante días o semanas. No importa si hablamos de un ayuno de un día o de varios, o si estás haciendo una dieta hipocalórica, será tu cuerpo quien decida cuándo ‘cortar’ tu periodo.

No te preocupes, como ya sabrás, a lo largo de tu vida fértil vas a tener diferentes retrasos o alteraciones en tu sangrado (tanto si ayunas como si no) es una de las maravillas de ser mujer.

Cuándo iniciar el ayuno: Mi recomendación es que, si no sueles sufrir dolores durante tu periodo, empieces el ayuno los primeros días de sangrado. En caso contrario, espera a finalizar el periodo para empezar tu ayuno, no atormentes más a tu cuerpo. Si lo inicias antes del sangrado, puede que, como te comentaba antes, se te corte el periodo durante un tiempo. Recuerda: Tranquila, continua con tu método anticonceptivo de siempre, los días que toque y todo irá bien, actúa como si fueran días normales.

Las voces

No importa si eres hombre o mujer (u otros), todos tenemos hormonas que condicionan nuestro comportamiento físico/mental y como sabemos, en el ayuno (y durante la menstruación) las voces (hormonas) nos gritan a pleno pulmón todo tipo de locuras que hacen temblar nuestra constancia y fuerza de voluntad.

Personalmente me ayuda imaginarme estas voces como un ente pequeño que vive acomodadamente en algún rincón de mi cabeza y que, como si de un niño pequeño se tratara, me grita sus deseos por muy absurdos que sean. Gracias a esta visualización, se me hace más fácil poder gestionar esas voces y decidir cuándo hacerles caso y cuándo no.

Antes del ayuno

El ente empieza a trabajar una semana y media antes del primer día de sangrado. Como cada mes, me intenta convencer sobre ir a comerme toda esa repostería que vi en aquel escaparate de la panadería de al lado de mi casa en uno de mis paseos diarios.

Síndrome pre-menstrual: Aumenta el nivel de progesterona, provocando las ganas de consumir más comida. El organismo pide nutrientes preparándose para el embarazo esperado (menuda decepción se va a llevar un mes más). Además, en muchas mujeres aparecen antojos de comida altos en grasas e hidratos de carbono para aumentar los niveles de serotonina, un neurotransmisor en el sistema nervioso central, que contribuye a un estado general de bienestar y felicidad (de ahí vienen tus cambios de humor incrontrolables, la serotonina y la progesterona están bailando en tu cuerpo antes incluso del sangrado).

Mi último día antes del ayuno consistirá en un fullbody, para comer, arroz tikka masala casero con pollo, proteínas en polvo con canela y unos donnuts de chocolate.

1 día

Las primeras 24h. sin comer son sencillas, mi rutina me permite estar entretenida tanto física como mentalmente y no tengo ninguna sensación de hambre. Además, he bebido más de un litro de infusión de té verde y cola de caballo que, junto con una caminata de 10km, han hecho que vacíe parte del contenido de mi estomago.

Aprovechando que estamos en enero y no está haciendo frío (con permiso de los que estáis sufriendo a filomena) empiezo con las duchas frías, pero lo hago por fases. Me lavo el pelo como si de una peluquería se tratara, de rodillas en el plato de la ducha y, al rato, me lavo el cuerpo.

Ventajas de duchas frías: Despeja y activa mente y cuerpo, mejora la circulación, incrementa la capacidad atencional, mejora tu estado de ánimo, incrementa la oxigenación, acelera el metabolismo, activa el sistema inmune, desinflama y alivia el dolor, mejora el sueño, promueve una mejor diuresis y funcionamiento renal-linfático, tonificación de la piel, previene caída del pelo, …

2 día: Hambre

Desde la infusión de ayer no he bebido nada y aunque supero las 36h. de ayuno prolongado, las horas diurnas siguen sin ser un problema (aunque noto la boca seca), incluso aprovecho la hora de la comida para andar y que me dé un poco el sol mientras escucho algún podcast sobre el apasionante mundo del código penal o leyes de inmigración.

Sin embargo, según se acerca la noche noto los primeros síntomas de hambre y el ente ya empieza a gritarme:

• Ya estoy bien fisicamente y no necesito ayunar
• Ya estoy sana y no necesito ayunar
• Hay otras maneras que se sufre menos que ayunando
• Es mejor que ayune otra semana

La única solución para callarlo es pensar que no debo tomar decisiones cuando mi mente no esta en una situación normal, tranquila y habitual. La diferencia de esos pensamientos respecto a un ayuno sin menstruación es la intensidad de los susodichos, me atormentan durante toda la noche, incluso me cuesta conciliar el sueño y aprovecho para leer hasta que me vence el cansancio ocular (aunque sean las 4AM)

El ayuno prolongado hace que tu mente y tu cuerpo estén en un estrés constante, haciendo que sea el escenario idóneo para no tomar decisiones, sigue el plan marcado y mantén la mente ocupada.

Gracias a todo el tiempo libre que tengo (no cocinar, no ir al super, no limpiar, no comer,… ) estoy aprovechando el tiempo para mejorar mis habilidades gracias al juego Bloodborne:

• Mejora cognitiva
• Aumento de la paciencia (gracias a morir ¿9999 veces?)
• Aumento de la memoria (¡ya no me pierdo por los mapas!)
• Autocontrol
• Mejora en la reacción
• Fuerza de voluntad y disciplina

3 día: Menstruación

Cuando me planteé este ayuno, era consciente que me coincidiría con la menstruación y antes de las 72h de ayuno, decidió aparecer en mi ropa interior. Debo mencionar que en mi anterior ayuno de 5 días, me desapareció la menstruación durante más de un mes.

El ente ha evolucionado, y aunque ya vuelvo a tomar infusiones y agua con gas, no estoy cumpliendo sus deseos de atiborrarme de repostería (de hecho, la fase de fantasear con comida apenas ha durado unas horas cuando en otros ayunos, ha durado días), ha decidido contratacar controlando mi estado anímico:

• Pesimismo
• Irritabilidad
• Frustración
• Ansiedad
• Ganas de no hablar con nadie (y de hablar con todo el mundo)
• Ganas de discutir por cualquier motivo
• Líbido multiplicado por over9000
• Comienzo a notar altibajos de energía. Tanto me da por necesitar dormir muchas horas, como por trabajar a las 3AM.
• Continuos viajes al WC.

La menstruación produce una reacción inflamatoria en los órganos genitales internos. Esta inflamación afecta a los órganos adyacentes como puede ser el recto que está situado por detrás del útero y hace que mi cisterna este a pleno rendimiento ayudando a vaciar el poco contenido que hubiera en mi estomago.

Necesito hacer el doble de esfuerzo mental para control al ente, por mi salud mental y para que mi entorno no sufra las consecuencias del circo hormonal que tengo ahora mismo bailando en el cuerpo.

4 día: Obsesión sin sueño

Una vez supero las 80h el hambre desaparece, (y cuando me refiero a que desaparece, es que puntualmente tengo un hambre voraz, pero no es constante, suelo aprovechar esos momentos para tomarme las infusiones de té verde) para convertirse en una sensación de vacío en el estomago.

Las infusiones calientes y el agua con gas frío me ayudan mucho pero me sorprendo a mi misma llevándome inconscientemente las manos a la barriga, como si colocándolas ahí, pudiera apaciguar cualquier sensación o pensamiento.

Continuo con mi rutina habitual:

• Trabajar
• Caminata puntual (alejada de cualquier supermercado) no superior a 5km para evitar los picos de hambre intensos
• Meditar
• Estudiar
• Escribir
• Cuidar del jardín
• Escuchar podcast sobre diferentes temáticas
• Series / Animes / Películas
• Ocuparme de las tareas del hogar
• Videconsolear y matar, matar, matar.

Sin embargo, empieza la fase obsesiva del «ya que…» (he de mencionar, que esta fase no la había sufrido ayunando sin la menstruación):

• … voy a hacerme un té, ordeno todos los cajones de la cocina.
• … hago una lavadora, vacío todo el armario y plancho hasta la ropa interior.
• … cojo un boli, compro un mueble para ordenar todo el despacho.
• … cojo un libro de la estantería, ordeno, limpio y recatalogo todos los libros.

Aunque estos «ya ques» me ayudan a estar entretenida, cuando me tumbo antes de dormir, es el momento en el que el ente decide bombardeame la cabeza y peor lo paso. Vuelvo a conseguir dormirme sobre las 3-4AM y el despertador sonará en pocas horas.

5-6 día: Energía y temperatura

Hay momentos que el ente parece un jabalí mutante más grande que yo que me amenaza con sus múltiples ojos si no cumplo sus designios, sin embargo, he logrado callarle, se ha quedado inmóvil, como si yo le hubiera hecho un crítico por la espalda con mi espadón de la indiferencia y el ente estuviera rozando la muerte. No voy a caer a tus deseos de comerme 3 pizzas, maldito ente cabrón.

No tengo cambios de humor ni picos de hambre. Aún así, los picos de energía me siguen haciendo compañía, así que los aprovecho para trabajar al máximo cuando aparecen y relajarme cuando estoy en los momentos más bajos.

Los cambios de temperatura del ayuno me tienen entretenida, picos de calor en los que tengo que estar con toda la casa abierta y en manga corta, como ir con sudadera y bata.

Respecto a mi sangrado, continúo como si fuera un mes más y no noto ningún cambio aparente. Tengo la suerte de no notar dolores o retortijones (normalmente no tengo dolores, y cuando los he tenido, una bolsa caliente en el estomago en posición fetal en la cama junto con un buen maratón de alguna serie me han calmado). Gracias a las infusiones y al agua con gas, cuanto más líquido bebo, más se diluye la sangre y menos días dura.

Tampoco noto dolores de cabeza o dolores en las articulaciones, cuando en el pasado sí los he notado y he acabado solventándolo con sales tan mencionadas en los ayunos prolongados.

Aguanta un día más, solo un día más.

7 y último día

Llegados a estos momentos, mi ayuno podría prolongarse, sin embargo, ya noto como mi cuerpo pide actividad física y debido al poco porcentaje de grasa en el que estoy normalmente, tampoco veo lógico continuarlo (una alternativa sería hacer un refeed de proteínas durante uno o dos días, acompañarlo con un entrenamiento ligero y volver a ayunar, pero me apetece comer de verdad y posponer mi siguiente ayuno).

Cerraré el día con proteínas en polvo para ir preparando a mi estómago para que mañana pueda hacer la primera ingesta sólida (algo de proteína al principio y depende de como reaccione mi cuerpo, ir añadiendo más alimentos, si añado verduras o hidratos de carbono en la primera ingesta, estaré abrazada al WC durante un buen rato).

Conclusiones

¿Qué es el hambre real? ¿sentir el estomago vacío, es hambre? ¿que mi estómago ruja a la hora en la cual normalmente como, es hambre?. Mi abuela diría que solo quién ha pasado una guerra, sabe lo que es el hambre real, quizás tenía razón.

Como habrás visto, la sensación de hambre solo existe los primeros días. Tanto si estás menstruando como si no, son tus hormonas quienes intentan boicotearte constantemente, y con la menstruación, hacen el doble de ruido y debes tener el doble de autocontrol.

La única persona que puede controlarlo, eres tú. No importa qué objetivos te marques, no importa si lo haces por salud o por físico: si cada vez que el ente levanta la voz, te sometes, él gana y tú pierdes.

Cuantas más batallas ganes, más fácil te será cumplir tus objetivos, sean cuales sean. No te engañaré: a mi me ha costado mucho tiempo llegar a este punto, he caído una y otra vez y seguro que volveré a caer, pero en esos casos, siempre hay un plan B para poder continuar.

Si quieres comparar mi ayuno, con uno más largo, te recomiendo esta lectura. Podrás observar como apenas hay diferencias entre el ayuno en una mujer y un hombre.