Recuerda que aquí tienes la primera parte donde te hablo del ayuno intermitente.
¿Qué son los ayunos intermitentes?
Lo que llamamos ayuno intermitente, es al hecho de distribuir las comidas y los macronutrientes en una franja horaria concreta.
Error común: Si no estás comiendo los macronutrientes que necesitas en el ayuno intermitente lo que haces es comer menos de lo que necesitas, y acabarás igual de mal que si hicieras una dieta hipocalórica.
- Acabas derivando en un estancamiento en el que no te encontrarás físicamente bien
- Empezarás a ralentizarte por completo
- Empezarás a perder energía, empezarás a volverte lento.
- Dejarás de perder grasa.
¿Cómo funciona?
Cuando te dicen haz un ayuno 16/8 o 18/6, no hay ayuno. Hay el ayuno que dice la RAE que simplemente significa que no has comido antes, pero no es el ayuno que nosotros tratamos cuando decimos «ayuno», es decir, el ayuno que implica cetosis y que implica autofagia.
Durante las 16h en las que no comes estás bajando tu nivel de azúcar, estás manteniendo unos niveles sanos de hormona del crecimiento, además estás dando tiempo y espacio a tu cuerpo y a tu fisiología para que gaste el azúcar. Otro punto positivo es que en una franja de alimentación 16/8 se hace mucho más sencillo la distribución de tus macronutrientes en dos o en 3 ingestas, por lo que es más llevadero, crea más adherencia y la probabilidad de éxito es exponencial.
Sin embargo, imagina que tienes que ingerir 300 gr de HDC, 150 gr de PT y 70 o 80 gr de grasa en una sola comida (OMAD), son muchos alimentos, y si no eres capaz de ingerirlos, lo que harías sería provocar la bajada del metabolismo y al final entrar en una tumba metabólica.
Por eso lo importante calcular los macronutrientes que necesitamos y luego distribuirlos de una manera que nos sea cómoda.
Dieta hipocalórica o reducción de macronutrientes (dejar de comer hidratos o grasas ) te provoca una enfermedad metabólica:
- Te quita la salud
- Quita la resistencia a la insulina
- Quita la resistencia leptina
- Rotura en general del sistema nervioso y de sus sistemas de dopamina.
- Tumba metabólica.
- Desequilibrio de macronutrientes o infestas nos hacen engordar y a acumular grasa.
¿Entonces realmente sirve de algo?
Sí, claro que sirve, es una herramienta eficaz, pero no para autofagia, si no que habría que verlo como la manera natural en la que debemos comer todos nuestros días: tener un periodo de alimentación y un periodo de no alimentación. Incluso al principio verás cambios físicos tu cuerpo, hasta que te estanques y dejes de perder peso como explicábamos en la primera parte.
Lo que no es saludable y lo que nos destroza nuestro sistema endocrino, es comer constantemente cada 2-3 horas con la insulina constantemente elevada o sin dejar una franja de 12 horas de descanso para todo nuestro sistema digestivo y endocrino.
¿Cuándo usaremos el ayuno intermitente?
Si nunca has realizado un ayuno real (ayuno prolongado con cetosis y autofagia) empezar con ayunos intermitentes te ayudará a desconectar de esa sobrealimentación a la que has castigado a tu cuerpo durante tantos años, pero no te beneficiarás al 100% de todos las ventajas que nos da el ayuno prolongado:
- Regenera las células madre del sistema inmune.
- Restablece la función del páncreas.
- Mejora la salud coronaria, la salud intestinal
- Mitiga el envejecimiento.
- Previene enfermedades neurodegenerativas al reducir la acumulación de proteínas dañadas en el cerebro.
- La autofagia combate activamente los patógenos invasores.
- Previene la diabetes tipo II y la pérdida de sensibilidad a la insulina, preservando la función del páncreas.
- Ayuda a luchar contra el cáncer. El cáncer es precisamente crecimiento sin control, y activar la AMPK lo puede ralentizar.
- Promueve la longevidad. Es el mecanismo más estudiado para vivir más.
- Olvidarte de contar macros.
- Aumento de la hormona del crecimiento.
- No son necesarios entrenos de alta intensidad.
- El estómago se hace más pequeño, haciendo que nos saciemos antes una vez salgamos del ayuno.
Sin embargo, aunque sí puedes beneficiarte en algún porcentaje del listado anterior, sí que verás que tienes más energía para el resto del día y que acometerás las tareas más enérgicamente y mucho más eficazmente, porque tu cuerpo ha dejado de digerir alimentos en esas franjas horarias y destinará todos los recursos energéticos y metabólicos a tratar estos nutrientes, a dirigir la sangre al intestino de forma puntual y correcta a nuestro estómago.
¿Cómo funciona el ayuno intermitente?
El ser humano tiene depósitos donde almacena la glucosa en forma de glucógeno para tener el azúcar en la sangre para disponibilidad inmediata y si hacemos un ayuno intermitente, es decir, como la franja de alimentación, lo que hacemos es que nunca llegamos a sobrecargar los depósitos de glucógeno cuando sobrecargamos los depósitos de glucógeno, el cuerpo no sabe dónde almacenar el azúcar y lo que hace es convertirlo en grasa y por eso engordas cuando comes cada 2-3h.
El error
Como comentaba antes, un error común es, además de comer constantemente, no comer los macronutrientes que nos corresponden, no puedes pretender solucionar una enfermedad metabólica como puede ser la obesidad, que tiene características también psicológicas desde el punto de vista teórico.
Las personas que tienen un problema realmente grave de relación con la comida, que han llegado a un punto en el que ya no son capaces de reconocerse en el espejo o que les es imposible subir unas escaleras sin jadear, o estar en un sitio relativamente caluroso, sin sudar o sin tener la frecuencia cardíaca acelerada, a este tipo de personas que han llevado su problema de salud mental respecto a la alimentación a otro nivel, no les puedes exigir un esfuerzo mental, de disciplina, de autocontrol de meterse en una dieta hipocalorica de 5 ingestas al día, ¿por qué? porque no podrá «solo comer un poco de pavo», comerá de más siempre en cada toma, porque no tiene autocontrol.
Para salir de esa espiral, lo más eficaz es jugar con la mentalidad todo o nada, y es por eso que recomiendo ayunos prolongados: o comes, o no comes.