No vayáis al médico

Creo que todos estamos asombrados con ver que en todas nuestras ciudades hay problemas en las salas de espera de los Hospitales del país, así que, No vayáis al médico.

Llevo toda la vida – que no es mucho – escuchando que no debemos abusar del sistema, o si no, el sistema se resiente.

Tengo el placer de convivir con todo tipo de personajillos que han decidido pasar sus horas laborales encerrados con enfermos (ATS, enfermeros, médicos, especialistas, cirujanos, radiólogos, anestesistas,…) y he tenido la suerte de escuchar cómo se resolvería el problema actual de la sanidad: Consigamos que la gente no vaya al médico. Pero… ¿qué quiere decir esta afirmación?¿cómo lo conseguimos?.

Por un lado, a grosso modo, es evitar que la gente que no lo necesite vaya al hospital. ¿Quién decide si debes o no ir al médico?¿a urgencias?¿al de cabecera?. Obviamente el cuñado del bar dirá que si no tienes una pierna colgando no es necesario que vayas, sin embargo, nos encontramos con varios puntos importantes:

  • No es aconsejable automedicarse.
  • El abuso de medicamentos causa daños: Es el tercer motivo de muerte en el mundo.
  • El no recibir una asistencia adecuada puede agravar el problema.
  • No hay que abusar de las Urgencias, intenta pedir cita con el médico de cabecera (aunque tengas que esperar días, semanas o meses con tus síntomas sin saber qué te pasa).
  • «Mejor ir por si acaso».

Yo me he criado con este mantra, por lo que cada vez que he ido al médico, era, a mi forma de ver, imprescindible. Pero quizás yo no soy el mejor ejemplo, dado que no se la diferencia entre Paracetamol o Ibuprofeno, o qué debo tomar si me duele la rodilla, así que normalmente no me tomo nada, y espero a que se me pase. Pero, en honor a la verdad, me veo en la obligación de ir a urgencias cada vez que he estado tan resfriada que no puedo ir al trabajo, y para ello, he necesitado más de 1h en la sala de espera de urgencias, mínimo 1 médico y de 1 a 2 enfermeras. ¿Es necesario utilizar esa hora de estas personas para que yo lleve un justificante?. Por lo visto sí, y sin embargo, muchos de esos trabajadores consideran que nosotros estamos calentando la silla de urgencias por placer. ¿Placer?. ¿Por qué no hablamos de todos los comas etílicos que hay en estas fechas? esos sí son por placer.

El segundo punto quizás es más complicado, pero sin duda, relacionado con el primer punto. ¿Cómo conseguimos que la gente no vaya al médico a «calentar la silla«?

  • Al igual que muchos trabajos tienen «días de asuntos propios» podríamos poner x días al año de «días de enfermo» como derechos de trabajador, así me ahorraría esa hora para hacer un justificante.
  • Concienciación: Sí, es un royo tratar con doscientos resfriados, sí, ¿pero qué se hace para evitar que todos acaben en la sala de espera? Según el ministerio de sanidad supongo que será aumentar los anuncios de productos anti gripales en estas épocas. ¿Por qué no aprovechar la TV y redes sociales para informar a la población de qué se debe realizar cuando uno está resfriado?.
  • Medicamentos con receta: Aún entendiendo que se debe tener un control de los medicamentos, muchas Comunidades Autónomas han creado sistemas para que los crónicos no tengan que ir constantemente a pedir una nueva receta.
  • Vida saludable: Que sí, que España y la dieta mediterránea son lo más, sin embargo, nos encontramos más enfermos, con más contaminación, y aprovechando cada día menos los recursos naturales. ¿Por qué países como Japón están más concienciados con el contagio de las enfermedades?¿Por qué Islandia interviene en el control de la contaminación?. Porque de lo que se come, se cría.

Así que a mi modo de ver, los que se quejan de que llenamos las salas, son parte del problema, siempre y cuando no colaboren en la solución.

En Cataluña, hay un teléfono donde te ayudan a determinar si necesitas ir al médico o no, ¿por qué no implantar esta solución en toda España? ¡O incluso crear un chat donde doctores puedan atenderte! ¿Cuántos pacientes podrían ser tratados con una simple llamada? Se que hay que tratar a los enfermos, auscultar y asesorar, pero muchos, con estas medidas, lograríamos «dejar de calentar la silla» y que los recursos fueran utilizados para gente que realmente los necesita.

Atentamente, alguien que está en la cama con fiebre y sin respirar desde hace dos días y que insiste, no vayáis al médico

Descansar todo lo que sea posible. Especialmente si se presenta fiebre. De esta forma, permitiremos que nuestro organismo recupere fuerzas.

Mantener un ambiente cálido y sin excesiva humedad. Para evitar que nos resfriemos todavía más, ya que los virus responsables del catarro prefieren las bajas temperaturas. Además, es recomendable evitar los cambios bruscos, así como las bebidas excesivamente frías o calientes.

Lavarse las manos con frecuencia. Hacerlo habitualmente con agua y jabón durante al menos 15 segundos, con especial atención a la zona entre los dedos y debajo de las uñas.  Además, debemos utilizar productos de limpieza antibacterianos para limpiar las superficies de la casa (cocina, baño…).

Alimentarse adecuadamente. Se recomienda una dieta abundante en frutas y verduras, ya que son fuentes de vitaminas y minerales que ayudan al cuerpo a desarrollar sus propias defensas.

Beber gran cantidad de líquidos. Puesto que ayudan a eliminar la mucosidad, previenen la deshidratación y alivian el dolor de garganta. Podemos recurrir a zumos, agua, sopas no demasiado calientes… Sin embargo, hay que evitar las bebidas alcohólicas, que pueden interferir con la medicación.

Dejar de fumar y evitar los ambientes con humo. Ya que irritan todavía más nuestra garganta y mucosas.

Realizar aspiraciones de agua con sal o vahos de eucalipto. En casos en los que suframos también congestión nasal, podemos limpiarnos la nariz con agua con sal para facilitar la salida de la mucosidad, o realizar vahos, que cuentan con una acción expectorante y nos ayudarán a eliminar las flemas. En el caso de niños pequeños, se recomienda el lavado nasal con suero fisiológico 15 minutos antes de las comidas y antes de acostarlos, para que descansen correctamente.

Hacer gárgaras con agua caliente con limón y miel. Su acción emulgente nos permite calmar el dolor de garganta. A pesar de la creencia popular, es preferible emplear agua a frente a la leche con miel, ya que los lácteos pueden aumentar la mucosidad.

Consultar al farmacéutico y evitar la automedicación. Como profesional de la salud, el farmacéutico sabrá aconsejarnos tanto acerca de hábitos saludables como de distintos tratamientos a nuestro alcance. Además, si se quiere recurrir a fármacos que alivian los síntomas, como antigripales, descongestivos, o analgésicos, es indispensable contar con su asesoramiento o del médico.

Cuidado con los antibióticos. Es muy importante que no se tomen antibióticos por cuenta propia: además de que no son efectivos contra el catarro, ya que este está causado por virus y no por bacterias, el hecho de utilizarlos de manera incorrecta o frecuente puede hacer que nuestro organismo se haga resistente a ellos. Esto implica que, cuando realmente los necesitemos para tratar alguna enfermedad, podrían no hacernos ningún efecto

 

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